Si te gustan los Rolling Stones o si simplemente te gusta la música, habrás escuchado muchas veces decir a alguien cosas como estas : “no sé como esos tipos están vivos todavía”, “seguro que este es su último concierto” o “ya se van a morir”.
Pero no sólo siguen vivos y siguen haciendo conciertos, si no que llenan estadios donde uno ve fans de 6o años o más hasta chavitos de 20 o 25 años con el corte de pelo “a lo Jagger”. Increíble, realmente, ¿no?
Pero no estamos aquí para hablar de música, aunque nos encante, por eso, volviendo al título de este artículo, ¿quién es, para mí, el “Rolling Stone” del Marketing Digital? ¿esa estrategia que muchos dicen que ya está obsoleta y que no tarda en desaparecer?
Para mí, ese Rolling Stone es el E-mail Marketing.
Recuerdo que hace muchos años, empecé a hacer junto a una gran cadena de hoteles las primeras campañas de e-mailing que por aquí se estaban haciendo, cuando hablar de e-mailing era como hoy hablar de Inteligencia Artificial, de Realidad Aumentada.
Pasaron los años, y el e-mailing no sólo sigue vigente, si no que es una de las estrategias más efectivas a la hora de hacer que alguien nos compre o (especialmente), que alguien nos vuelva a comprar.
Desafortunadamente, muchos profesionales del marketing se olvidan de aquellos a los que primero debemos mirar, de nuestros clientes, de aquellos que ya han confiado en nosotros, quienes nos conocen y que ya han roto esa enorme barrera que implica comprar por primera vez.
La estrategia para comunicarnos con nuestros clientes tiene que lograr ese fino equilibrio entre querer vender, pero sin intentarlo tanto que termine molestando.
Los que han tenido la suerte de viajar, deben haber visto que en Estados Unidos, sobre todo, cuando uno está en una tienda y se acercan a la caja, la cajera, con una enorme sonrisa le hace dos preguntas: “¿Encontró todo bien?, ¿me podría dar su mail? ”.
Detengámonos un poco para analizar estas preguntas: la primera apunta a asegurarse de que el cliente ha tenido una buena experiencia y que por tanto puede estar interesado en volver a comprar.
¿Y la segunda? Sí, ¡exacto! Si el cliente está contento, como dueño del negocio, lo que yo quiero es empujarlo a que su próxima compra sea pronto y para eso necesito poder contactarlo por un medio que me permita contactarlo con frecuencia, regular esa frecuencia y, a su vez, no molestarlo.
El spam es molesto, pero más molesto es que te llamen por teléfono, por lo que el mail y una buena
estrategia, es la forma ideal de mantener un frecuente contacto con nuestros seguidores.
Para definirlo correctamente, cuando hablamos de e-mail marketing estamos hablando del envío regular de correos electrónicos a nuestra lista de suscriptores.
Con esto excluimos las estrategias de e-mail automation, que suponen el envío de uno o más correos originados a partir de una acción concreta del cliente con nuestra empresa y de los cuales hablaremos en próximos artículos.
Pero hacer e-mail marketing correctamente es mucho más que sólo enviar correos, uno debe considerar muchas cosas para que la estrategia tenga los resultados que esperamos.
Una buena estrategia de e-mailing debe contemplar cómo evitar caer en spam, cómo enriquecer mi base de datos y hacer relevantes los datos agregados en los momentos indicados, cómo segmentar, cuándo mandar correos, qué plataformas usar, qué KPIs medir y cómo y muchas cosas más.
En 1971, Ray Tomilson creó el e-mail. 50 años después, mucho ha evolucionado y tenemos que tenerlo en cuenta si queremos realmente tener resultados y diferenciarnos del resto.
El tema es de una gran complejidad y ya hablaremos de manera más puntual de las cosas que son necesarias para que te funcione.
Stay tuned.
En Shake Again ya estamos ayudando a muchos clientes con sus estrategias de e-mailing para que vendan más y mejor. Si te interesa vender más a través de esta gran estrategia, no dudes en contactarme.
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