“La juventud gusta del lujo y es mal educada, no hace caso a las autoridades y no tienen el menor respeto por los mayores”.

“Nuestro mundo llegó a su punto crítico, los hijos ya no escuchan a sus padres. El fin del mundo está cerca”.

“Esta juventud está malograda, los jóvenes son malechores y ociosos y jamás serán como la juventud de antes”.

¿Estas frases las dijeron críticos de los Millennials ayer?

No.

La primera la dijo Sócrates hace 2,500 años, la segunda, un Sacerdote egipcio allá por el año 2,000 A.C y la tercera, fue escrita en una vasija de arcilla hace 4,000 años en la antigua Babilonia.

Viendo éstas y otras frases, no hay duda de que la juventud siempre estuvo perdida.

¿A qué se debe esta milenaria costumbre de criticar a la juventud? ¿A envidia por la juventud perdida?, ¿a amnesia senil?, ¿a la falsa creencia de que todo pasado fue mejor?

No lo sé.

Lo que sé es que en lugar de seguir con esta ancestral estupidez de criticar a los más jóvenes, deberíamos tratar más de entenderlos.

Como comienzo, propongo sólo recordar cómo éramos a esa edad.

No digo recordar cuando éramos jóvenes (porque aún los somos), sino cuando también, para los mayores, estábamos perdidos e íbamos a terminar con la Humanidad.

Sería un lindo ejercicio.

Estos son algunos de los temas de los que hablo en mis Conferencias y E-commerce Days y son de los insights que permanentemente aplico con mis clientes en Shake Again, mi agencia digital y como consultor.

Si te interesa saber más acerca de ellos, contáctame.

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